Wednesday, September 19, 2012

Una reflexión de un estudiante del viaje de TAM 2012


Costa Rica: donde cada persona que se encuentra es su profesor

¡Buenas lector del blog ADE! Mi nombre es Ivy y estoy en el tercer año en Covenant College. Más temprano este verano, vino con nueve otros estudiantes de los E.E.U.U. y Canadá (¡eh!) a Vara Blanca para tomar un curso de agricultura tropical y misiones (TAM). El curso TAM fue ofrecido por el Instituto Au Sable de estudios ambientales y operado conjunto con ADE. Cuando llegamos, creo que la mayoría de nosotros esperábamos tener una clase de ecología sencilla, ver algunos ecosistemas, aprender un poco de español, y beber el delicioso café costarricense. Es decir, no teníamos ni idea en qué nos habíamos metido.


El día después que llegamos, Tomás llevó el grupo de TAM en una caminata subiendo la montaña a un santuario con una vista del región alrededor. Mientras nos sentamos en el pasto mojado, Tomás explicó como la filosofía de misiones de ADE está basada en el ejemplo de Jesús en Lucas diez. Ahí, Jesús le dice a sus misioneros que entren en una relación recíproca con las familias a quienes están ministrando. Este método cruca muchas brechas al poner énfasis en los dones de los locales y poner los misioneros en la posición de un estudiante necesitado. Como estudiantes, la filosofía de ADE significó que seríamos estudiantes, no sólo de nuestro profesor, el Dr. Unander. En vez de eso, todo el que conociéramos serían nuestros profesores. No nos podíamos haber imaginado en el momento como esa manera enriquecería nuestro tiempo en Costa Rica.


Efectivamente, descubrimos un montón de profesores que podían desvelar los misteriosos tesoros de Costa Rica. Durante la primera semana, estudiantes locales del colegio ADE le enseñaron nuestra clase de la flora y fauna local en su ecosistema rico. Después, los estudiantes mayores nos dieron una lección sobre la cultura costarricense, español, y dichos para sobrevivir. En caminatas con los estudiantes del colegio, aprendimos cuales matas no se deben comer, como subir montañas de lodo y como usar un machete. A la hora de preparar comida, estuvimos bajo la tutoría de Rosa Elena, una cocinera fenomenal, finquera y empresaria. Ella es la persona más trabajadora que yo he conocido y nos guió con paciencia a pesar de nuestro español pobre. 

Los domingos, la iglesia nos desafió en ser sal y luz dondequiera que estemos, y nos enseñó de la iglesia de Dios global. Durante clases, caminatas, y comidas, el Dr. U nos enseñó de muchas familias de matas tropicales, prácticas sostenibles de agricultura, y misiología. Tomás también nos enseñó de vez en cuando sobre la geología. También, ¡viajamos a visitar un total de siete ecosistemas de Costa Rica! Estas excursiones nos permitieron aprender de granjeros extraordinarios que están trabajando técnicas progresivas de cuidar el terreno y utilizar fuentes alternativas de energía que uno puede hacer solo. Al final de tres semanas, tuvimos la oportunidad de hablar con expertos de Earth University y CATIE, miembros de varias cooperativas y gente local de todo el país. Pudimos experimentar varias aventuras durante este tiempo también. Aprendimos y visitamos mucho más, pero ya usted entiende. El viaje fue un torbellino glorioso para el alumno dispuesto. 


En el tercera semana, nuestra clase cohesiva había aprendido suficiente para volver al colegio ADE y enseñar de varias familias de matas tropicales. El círculo se completó. Nuestras mentes y corazones estaban llenos. No creo que he aprendido tanto en tan corto tiempo en mi vida entera. El método práctico de la clase enriqueció el material y dejó una impresión sobre mí y mis compañeros. (Creo que mi hermano menor va a matarme la próxima vez que le digo que la piña que está comiendo es la única fruta comestible de la familia de las bromelias, y que no debe comer demasiado porque saca los nutrientes del terreno costarricense).

Pero en serio, estoy muy agradecida por las tres semanas que pasé aprendiendo con el personal de ADE y con el Dr. U. Creo que todos de la clase se sienten iguales. El tiempo en Vara Blanca llenó mi corazón con sorpresa a los hechos del creador en Costa Rica. Eso es un regalo. Recomiendo la clase a todos los estudiantes que tienen interés y a los discípulos de Cristo. Pero, prepárense para aprender; cada uno que se encuentra es su profesor.







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