Las
moras pueden ser un dolor de cabeza.
Están cubiertas de espinas, la fruta es difícil de alcanzar y requieren
de bastante cuidado. A pesar de
eso, la recompensa de una buena cosecha sí vale la pena. Por eso es que ADE está invirtiendo en
el potencial de las moras para ser de beneficio a la comunidad en la cual
sirve.
Gracias a una generosa donación de la Estación
Agrícola Experimental Fabio Baudrit Moreno en Fraijanes, ADE pudo sembrar una
especia de mora híbrida. Por la altura
y el clima de Vara Blanca, hay alrededor de cinco variedades de moras
silvestres que florecen en la zona.
Además, la variedad de mora que está cultivando ADE ha probado crecer y
producir en gran cantidad en este clima.
Hasta ahora, el trabajo con las moras ha requerido de sembrar y volver a
sembrar, ya que algunas plantitas mueren por estar expuestas a la intemperie o
han sido excavadas por armadillos.
También hemos tenido que deshierbar, podar ramas y hojas muertas y
cortar capullos, flores y frutas para que la planta pueda ser más fuerte. El galardón por venir de veras valdrá
la pena.
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